De entre los varios libros que he escrito
—que no se asuste nadie ni crea que es broma: dos docenas—, algunos de los
cuales están en Amazon a disposición del respetable, hay uno que se vende
bastante bien…, y es precisamente el que menos me interesa, un recetario de
cocina: La cocina española
de siempre.
El libro no está mal, y alguien que tenga
mucha hambre se puede distraer, pero lo que me gustaría es que la gente leyera
novelas, que son infinitamente más amenas y divertidas. Sin embargo, ya se
sabe, el hombre propone y Dios dispone, y con la empanada mental generalizada
que hay ahora con esto de la cocina…
Bueno, menos da una piedra, que se dice
vulgarmente, pero insisto en que es preferible leer narraciones. ¿Cuál es la
diferencia entre una de ellas y una película? Ninguna. Allí hay aventuras,
personajes, acertijos que desentrañar, leñadores en un bosque, noches
estrelladas, chavalas rubias tocadas por el dedo de los Dioses, barcos de tres
palos…
Repito: si son entretenidos y están bien
escritos (que hay mucho rollo por ahí), no lo dudes, lee libros, que lo puedes
hacer en cualquier lado: en casa, en la playa, en la cama, en el metro, en una
hamaca, apoyado en un árbol, en un autobús…
Y así ¿qué podríamos decir de la vida completa de el calatravo, señor de
la guerra y personaje que vivió en el siglo XII y, amén de narrar su vida
diaria, incluidas algunas de sus hazañas amorosas, asistió a las batallas de
Alarcos y Las Navas de Tolosa?, que aquello sí que eran batallas…
¿O de la aventura de ese personaje del
siglo XVII que recorrió la península ibérica de sur a norte para ir
abriendo camino a los correos terrestres —amén de otros propósitos que aquí no
se dicen—, que por entonces comenzaban su andadura?
¿Y qué decir de Crucita, niña rizosa,
poetisa, trigueña, ojizarca y otras hierbas…, y lo que es más, chavala
espectacular cuyas andanzas son largas y enrevesadas, sí, muy aparatosas y
teatrales, y movidas...?
¿Y de los innumerables protagonistas de
encrespado cabello y ojos
azules, nuestros ascendientes, que dando saltos de siglos, e
incluso milenios, narran la interminable tragicomedia de la humanidad para que
te solaces con ella?
Podría seguir, pero lo dejo AQUÍ.
Si queréis seguir leyendo cosas de
cocina, que ya sé que hay grandes aficionados a la materia, mirad en ESTE SITIO.
También podéis echar una ojeada a un
reportaje fotográfico que versa sobre las gracias de este país, que son muchas,
y puede verse AQUÍ.
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