La Regenta ante su catedral (la de Oviedo).
Traigo este post, esta alusión a
una de las más grandes obras de la literatura española de todos los tiempos,
por un solo motivo: que he comprobado que hoy prácticamente nadie la conoce, lo
que puede ser un indicio de cómo andamos.
La Regenta es la mejor novela española del siglo XIX, y esto no lo digo yo:
lo dijo el maestro de las letras de ese siglo, es decir, Pérez Galdós, y por
algo lo diría.
Es un libro largo (unas mil páginas, grosso
modo), que escribió un asturiano exiliado en Madrid, Leopoldo Alas, Clarín,
que se ganaba la vida en la capital del reino como crítico literario de varios
periódicos. Dado que murió joven –alrededor de los 50 años–, su obra no es muy
extensa, pero junto a un par de novelas más y dos docenas de cuentos (en los que
se advierte la maestría de quien sabe escribir, que no es habitual), figura
este monumento que ha pasado a la historia por sus méritos.
La Regenta es la novela perfecta, la que nos hubiera gustado escribir a
cualquiera. Perteneciente a lo más crudo del realismo, le da sopas con honda a
monstruos consagrados como Zola, Balzac, Tolstoi… Tampoco se trata de hacer
comparaciones, pero quien la lea (y es muy fácil de hacer) entenderá por qué lo
digo.
Verbo sencillo, situaciones comunes,
retratos de la sociedad de aquellos tiempos (que tanto se parece a la nuestra),
personajes que son un poema (Fermín de Pas, el corruptor, aunque ejerza de
canónigo; Álvaro Mesía, el señorito; Frígilis, el testigo…), casas, calles y
paseos de una ciudad empolvada (Vetusta, trasunto del Oviedo natal del autor)
nos llevan hasta el final, el desenlace en que se pinta lo que a la postre
puede suceder con una mujer guapa abandonada a su suerte, aunque tenga quien
vele por ella y esté protegida tras los insalvables (y revestidos de hiedra)
muros de una antigua quinta.
La narración comienza en un pueblo
costero con el nacimiento de la niña, la infancia de este ser que no tuvo madre
pero sí padre, escéptico, volteriano, peleado con la sociedad que le tocó
vivir…
Como no voy a destripar nada, y el asunto
da para mucho, lo dejo aquí, aunque antes haré una última consideración que me
parece muy atinada para el actual mundo de desinformación y penuria
intelectual: quien no haya leído este libro, y se sienta afín a la literatura,
no tiene perdón.
Por cierto: hay infinidad de ediciones
(Alianza de bolsillo, por ejemplo, aparte de multitud de ediciones críticas,
porque ya digo que estamos hablando de una obra maestra), pero hay una para
lector electrónico (en Amazon) que vale menos de dos euros. Más fácil no lo
puedo poner.
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También se puede mirar AQUÍ, aunque
esto es otra cosa, claro.
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