lunes, 17 de abril de 2017

Emparedados



Da igual pan viejo o del día, pero que no esté muy duro porque se destroza al cortarlo. Se cortan rodajas más bien finas y se pasan un poco por leche. Se ponen de dos en dos con jamón de York en medio, o una loncha de queso, o chorizo, o jamón y queso (esto último es lo clásico)..., o lo que a cada uno se le ocurra. Por ejemplo: una capita fina de besamel, aparte del jamón, queso o lo que se utilice. ¿Y si se rellenan untándolas con salsa de tomate –o pisto– y picadillo de chorizo? ¿Y con foie-gras...? ¿Y con la pasta de alcachofas que se consigue tras raspar las hojas que no sirven después de cocerlas?

Se cierran bien, apretando, y se rebozan con huevo batido con algo de leche. Se fríen con bastante aceite y se comen fríos o calientes, da igual, que de cualquier forma están buenos.

Esta es una receta de mi libro La cocina española de siempre, del cual se pueden ver tres versiones:

1/ como libro eléctrico para Kindle (aunque este formato también funciona en otros lectores eléctricos), aquí:



2/ el mismo en papel:



y 3/ Una página de internet en donde (con fotos) se ven algunas de las recetas del libro:


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Pero lo mejor no es lo anterior, sino ESTO.

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