Crucita y yo, la más desbocada novela romántica de todos los tiempos,
Se trata de una larga historia (casi 700 págs.) en la que
se narran las andanzas y aventuras de dos hermanas, Nastasia y Crucita. Estas
niñas se llevan 20 años y son hijas de una manchega ilustre, Remedios la
bella... (etc.)
¿Quieren
saber más? Bueno, pues diré lo siguiente:
1/ Crucita y yo es un libro acerca de las mujeres y
para las mujeres.
2/ Nastasia, chavala espectacular, parlanchina a más no
poder y señalada por el dedo del Cosmos, que no es cosa que se vea todos los
días, que desde el lugar de su nacimiento (la mina de mercurio más importante
de este planeta), y merced a trabajos sin cuento llegó a las más altas cimas
del poderío social... Ser privilegiado, en suma, cuyas andanzas son largas y
enrevesadas, sí, muy aparatosas y teatrales, y movidas...
y 3/ Crucita, a quien también se conoció como Maricruz
(pero eso no se dice porque es nombre de gallina), o como rubia, bella
durmiente, niña pequeña, especie de maciza y otros muchos adjetivos del mismo
tenor, nació de unos seres que se querían; vivió a cuerpo de rey toda su vida;
se reprodujo, aunque no sin dificultades, y enfiló el camino hacia adelante con
la satisfacción del deber cumplido...
La cosa, ya digo, es compleja, y dura
unos cuantos años... Un
ejemplo:
Cuando ya
llevábamos una temporada con aquella historia, nuestra particular guerra de
las galaxias, una temporada durante la que yo eché una treintena de polvos
piratas, sobre poco más o menos, la mayoría por fuera, porque lo cierto es que
los hombres no atinan –su torpeza es proverbial, más en los casos que
describo–, y con poca o ninguna gracia y aún menor ilusión, porque el personal,
sin llegar a ser repulsivo del todo dejaba bastante que desear, un fin de
semana surgió un plan bastante bueno.
–¿Bueno por
qué?
–Pues porque
estos dos son unos pardillos y tienen pelas; los he visto en un bar y me han
dicho que si no tenía algo más lujoso. Yo les he dicho, muy lanzados os veo,
sí, es que mi amigo acaba de heredar, y como dice que nunca ha estado en un
sitio de esos... Parecen el gordo y el flaco. Bueno, por lo menos nos reiremos,
y además les cobramos el doble; no creo que se den cuenta. Qué, ¿te apuntas? Si
no, llamo a otra –y yo, con aquello de que íbamos a cobrar el doble, le dije
que sí, que bueno.
Era por la
tarde y los tipos llegaron bastante borrachos, pero eso no era raro porque
cuando iban de dos en dos casi siempre llegaban con un colocón curioso. Debía
de ser que primero iban a comer y luego se daban un homenaje, y de verdad que
parecían el gordo y el flaco. El gordo era el que mandaba, y el flaco estaba
más a la expectativa. Los dos como de treinta y tantos años y diciendo
tonterías, diciendo tonterías sin parar; es decir, lo habitual.
Allí todo el
mundo pagaba antes de, no por nada, simple medida de precaución, porque a veces
sucede como con la bebida, que una vez cumplido el trámite, al pollo –bueno, o
al cabrito– se le olvida todo, de forma que el dinero siempre iba por delante,
así que después de las boberías de rigor Mayca les dijo,
–Oye, vamos a
arreglar el tema económico, ¿no?, que nos vamos a pasar la tarde de palique.
–¡Ah, sí, el
dinero...!
Eso dijo el
gordo, y se metió la mano en el bolsillo de la chaqueta, pero en vez de sacar
el dinero, o la cartera, lo que sacó fue una pistola y una placa y dijo,
–Mira, ¿sabes
qué es esto? [...]
Y colorín colorado...
------------------------------------------------------------------
NOTA FINAL: El que quiera leer el libro gratis lo tiene fácil, pues desde el 2 al 6 de enero, lo que puede considerarse como un regalo de los Reyes Magos de Oriente, podrá descargarla gratis en el enlace que hay más arriba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario